Domar el veinto (Taming the Wind) consta de cinco pinturas de gran formato sobre lienzo y tres obras de tamaño medio sobre papel, todas producidas entre 2023 y 2024.
Como artista, Tusquets se deleita en el gozo de pintar, empleando técnicas gestuales calculadas junto con salpicaduras puntuales y capas espontáneas. Esta técnica permite que la pintura fluya libremente, subrayando la naturaleza fluida del medio y el compromiso del artista con las composiciones enérgicas. El acrílico se desliza y se filtra en el lienzo sin imprimación, una elección deliberada del soporte que realza la absorción del pigmento. Su elección de trabajar a gran escala le permite a Tusquets perseguir su objetivo de una vitalidad sin límites.
El gesto distintivo de Tusquets —geométrico pero de forma suelta— confiere una cualidad orgánica y no estática a la composición general. Es como si los elementos formales e informales estuvieran en un constante estado de transformación, difuminando las líneas entre la estructura y el desorden. Este juego gestual es la base del proceso creativo de Tusquets, permitiéndole infundir sus pinturas con dinamismo y espontaneidad.
Los títulos de las obras hacen referencia a estructuras familiares: casas, cubos, baños y más. En algunos momentos vemos vestigios de estas estructuras en pinceladas lineales vagamente asociadas; los contornos son enigmáticos, oscilando entre la concretización de un objeto y la evaporación. Esta turbulencia visual ofrece una visión fascinante de la interpretación única de Tusquets sobre las configuraciones espaciales y las formas familiares.
Su práctica artística —que recuerda al Color Field y al Expresionismo Abstracto de mediados del siglo XX en los Estados Unidos— aporta puro placer al lienzo, un proceso de mezcla y remezcla que confiere a la obra de Tusquets una alegría impredecible.